Es una enfermedad mental, y una forma de maltrato infantil.

Fue identificado por primera vez en 1977 por el pediatra británico Roy Meadow.

El cuidador del niño, con frecuencia la madre de niños pequeños, inventa síntomas falsos o provoca síntomas reales para que parezca que el niño está enfermo.

Los cuidadores a menudo trabajan en atención médica y saben mucho sobre el cuidado médico. Pueden describir los síntomas del niño con mucho detalle.

Les gusta estar muy involucrados con el equipo de atención médica y son apreciados por el equipo por el cuidado que le dan a su hijo.

Esto dificulta que los profesionales de la salud lleguen a un diagnóstico de síndrome de Munchausen por poder (o por poderes) .

Los adultos que padecen este trastorno psiquiátrico pueden llegan a límites insospechados en su búsqueda patológica por la atención médica: pueden inyectarle al menor sangre, orina o heces para generarle enfermedad, darles fármacos que les generen síntomas como vómitos o diarrea y someterlos a pruebas invasivas como biopsias o cirugías.

Se conoce poco sobre las causas del Síndrome de Münchausen por poder.

Los expertos creen que la gente que sufrió abuso, malos tratos o abandono durante su infancia tiene un mayor riesgo de padecerlo.

Teorizan que el paciente se causa una lesión al niño a su cuidado en un intento por buscar empatía, llamar la atención o generar admiración por su capacidad para sobrellevar su problema.

Más información: medlineplus.gov