Esta frase pertenece al general José de San Martín (Yapeyú, Argentina, 25 de febrero de 1778 - Boulogne Sur Mer, Francia, 17 de agosto de 1850), héroe de la causa americana, máximo prócer de la República Argentina.

Este gran patriota de la independencia de América, al momento de resolver su retiro era generalísimo del Perú, capitán general de la República de Chile y general de las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Su lucha siempre fue contra los españoles para lograr la independencia y nunca aceptó participar de las luchas internas de su patria, llegando incluso a desobedecer órdenes del gobierno de las Provincias Unidas. Por esto, para evitar represalias en su contra y no tomar partido por ningún bando que lo enfrentara a sus compatriotas, al momento de su retiro emigra a Europa con su hija Mercedes.

En 1829, en medio del enfrentamiento entre Unitarios y Federales, recibe el ofrecimiento de ser gobernador de la Provincia de Buenos Aires lo cual no acepta expresando: "el general San Martín jamás desenvainará su espada para combatir a sus paisanos".

La frase de la pregunta es parte de la correspondencia que mantenía con diferentes personas. En carta del general Tomás Guido, éste le reprocha a San Martín el haber dejado Perú dejando el mando de todas las fuerzas patriotas a Bolivar. En su respuesta a este comentario es donde se incluye esta máxima enunciándola como una síntesis de la razón de ser de su vida.

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