Los "grillos de Jerusalén", "chinches de la patata", "grillos cara de niño" o "el niño de la tierra" (Stenopelmatus), son ​​un grupo de grandes insectos que tienen como particularidad la incapacidad de volar.

Son nativos del Oeste de Estados Unidos y partes de México y pertenecen al orden Hemiptera.

Su nombre, viene de su semejanza con la cara de un bebé, su cuerpo es negro con bandas y patas naranjas y su cabeza roja, perfectamente redonda, grande y desproporcionada, con dos ojos diminutos y ovalados.

Miden entre 3 y 5 centímetros de largo. Son nocturnos, usan sus fuertes mandíbulas para alimentarse de materia orgánica muerta, pero también pueden comer otros insectos.

Sus patas altamente adaptadas se utilizan para excavar debajo del suelo húmedo para alimentarse de raíces y tubérculos en descomposición.

Emiten un canto particular preferentemente durante el apareamiento, un característico tamborileo en el que el insecto golpea su abdomen contra el suelo.

Dependen de las vibraciones del sustrato que sienten los órganos subgenuales ubicados en las seis patas del insecto.

Suelen largar un olor nauseabundo y son capaces de infligir una mordedura dolorosa. Experimentan una metamorfosis incompleta o simple. Los huevos de hembras apareadas oviposita unas pocas pulgadas de profundidad en el suelo. Las ninfas jóvenes suelen aparecer en el otoño, con menor frecuencia en la primavera.

Después de la muda, se come la costra de fundición para reciclar sus preciosos minerales

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