El pez piloto (Naucrates ductor), es famoso porque acompaña a los barcos y los tiburones, al parecer para alimentarse de sus parásitos y restos de comida. Su relación con los tiburones es prácticamente simbiótica: es rarísimo que un tiburón se coma a un pez piloto, y se ha visto a peces piloto entrar en la boca de tiburones para limpiar los restos de comida de sus dientes.

Es pelágico y aparece por todo el mundo en los océanos tropicales y templados. Varios de ellos suelen nadar, en efecto, en torno a los tiburones, haciendo breves escapadas, pero es dudoso que actúen como pilotos.

Vasily Vladimirovich Shuleikin, al calcular que el tiburón nada tres veces más de prisa que ellos, entendió que estos peces se trasladan transportados por la onda provocada por el tiburón, es decir, por la capa de agua inmediata a su superficie que se desplaza a la misma velocidad que aquel.

El cuerpo es similar al de la caballa, con la primera aleta dorsal reducida a unas cuantas espinas bajas, la segunda dorsal y la anal son moderadamente largas y se hallan una frente a otra.

Tiene un color azul oscuro en el dorso y plateado en los flancos, donde presenta unas seis barras verticales que se desvanecen con la edad.

Es una especie de pez perciforme de la familia Carangidae que alcanza 60 centímetros de longitud.

Los individuos juveniles se suelen asociar a bancos de algas o de medusas donde se protegen. Tanto las crías como los adultos tienen espinas entre la cabeza y la aleta dorsal.

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