El Baño sangriento de Melbourne fue un partido de waterpolo entre Hungría y la URSS en los Juegos Olímpicos de 1956 y es posiblemente el partido más famoso de la historia del waterpolo.

El partido se jugó con el trasfondo de la Revolución húngara de 1956 y se zanjó con la derrota de la URSS ante Hungría por 4-0. El nombre que recibió el partido fue acuñado por los medios de comunicación después de que el jugador húngaro Ervin Zádor saliera del agua al final del partido con sangre manando de un corte bajo su ojo izquierdo.

El 23 de octubre de 1956 una pequeña manifestación de estudiantes se había convertido en un auténtico levantamiento contra el gobierno de Budapest, gobierno controlado por la Unión Soviética. Durante varios días pareció que Hungría podría librarse del control de la URSS.

En el momento del levantamiento, el equipo de waterpolo húngaro estaba en un campo de entrenamiento en las montañas cerca de Budapest. El equipo era el vigente campeón olímpico; con los juegos de Melbourne a menos de dos meses vista, pronto fueron trasladados más allá de la frontera, a Checoslovaquia, para evitar que se vieran envueltos por la revolución.

Para cuando comenzaron las Olimpiadas, el levantamiento había sido reprimido brutalmente, y muchos jugadores veían las Olimpiadas como una forma de recuperar algo del orgullo de su país.

El equipo húngaro continuó en la competición venciendo a Yugoslavia por 2-1 en la final, y ganando así su cuarto oro olímpico.

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