"La Guerra de los Diez Días" o guerra de independencia eslovena fue un conflicto armado entre el gobierno de la separatista República Socialista de Eslovenia y el gobierno central de la República Federativa Socialista de Yugoslavia sucedido en 1991.

Eslovenia planteó la guerra de independencia inmediatamente después de que declarase su independencia de Yugoslavia.

El Gobierno de la República de Eslovenia, la región más próspera del país, celebró un referéndum independentista el 23 de diciembre de 1990 en contra de la voluntad de las autoridades yugoslavas. El plebiscito tuvo una participación del 93% de los 1,5 millones de ciudadanos con derecho a voto y el 95% se posicionó a favor de la separación de la región del resto de Yugoslavia.

Belgrado envió a 20 000 soldados contra la minúscula república alpina. Durante una semana, las televisiones difundieron imágenes en las que aviones yugoslavos atacaban camiones erigidos como barricadas. Los eslovenos sufrieron muy pocas bajas antes que las tropas del general Kadijevic, en cumplimiento de los pactos de Brioni, regresaran a sus cuarteles dando por perdida Eslovenia.

El Ejército Federal Yugoslavo perdió 31 tanques, 22 vehículos de combate de infantería, 172 vehículos de transporte y seis helicópteros, gracias al trabajo de las unidades antitanques eslovenas. A ello se le suma que 4 836 soldados yugoslavos fueron hechos prisioneros, y 3.090 cambiaron de bando, más 2 800 que desertaron.

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