El Imperio etíope conocido también como Abisinia, fue un reino africano que abarcaba los actuales territorios de Etiopía y Eritrea. Tuvo una duración de 705 años, desde el derrocamiento de la dinastía Zagüe, en 1270, hasta la abolición de la monarquía, en 1975.

Se le considera el descendiente directo del Reino de Aksum, existente desde el siglo IV a. C., razón por la cual hubo quienes lo consideraron el Estado más antiguo del mundo. Fue también el único Estado africano, junto a Liberia, que mantuvo su independencia durante el reparto de África por parte de las potencias coloniales europeas en el siglo XIX.

Fue en 1270 cuando la dinastía Zagüe fue derrocada por un rey que reclamaba el linaje de los reyes aksumitas y, por tanto, de Salomón. La dinastía salomónica de nombre epónimo fue fundada y gobernada por los abisinios, de los que Abisinia recibe su nombre.

Los abisinios reinaron con pocas interrupciones desde 1270 hasta finales del siglo XX. Esta dinastía gobernó amplias zonas de Etiopía durante gran parte de su historia moderna. Durante este tiempo, el imperio conquistó y anexionó varios reinos a su reino.

La dinastía también luchó con éxito contra las fuerzas italianas, otomanas y egipcias, y estableció fructíferos contactos con algunas potencias europeas.

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