Hasta 1972, cuando pasó a ser una república y se separó definitivamente del Reino Unido, Sri Lanka era conocida como Ceilán, una isla verde y extremadamente fértil, de naturaleza salvaje, conocida por sus especias, entre las que se encuentran el comino, la canela, y también por el té, el más emblemático de sus productos.

La antigua tierra de Ceilán, situada en el corazón del Océano Índico, es conocida también como "la lágrima de la India" por la curiosa forma de gota que adquiere su territorio. Cuenta con ocho Patrimonios de la Humanidad: seis culturales, entre ellos Polonnaruwa, la antigua capital y dos naturales, la reserva Sinharaja y las Highlands.

Sri Lanka es uno de los principales centros budistas del mundo. No obstante, aunque la mayoría de los habitantes de Sri Lanka son budistas, en todas las regiones se encuentran templos hinduistas, musulmanes o cristianos.

Sri Lanka es un país relativamente rico. Además del famoso té de Ceilán, también exporta piedras preciosas, café, caucho y coco, y tiene el ingreso per capita más alto en el Asia meridional.

Es una isla tranquila y segura, donde se puede observar pobreza, pero no miseria. La isla resultó terriblemente castigada por una guerra civil que duró algo más de dos décadas, desde 1983 hasta 2009, y en la que murieron unas 100 000 personas. Las heridas causadas por ese conflicto son visibles en el norte y este del país, donde la guerrilla de los Tigres Tamiles tomó el control de diversas poblaciones.

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