Enfermedad bacteriana crónica localizada con mayor frecuencia en la mandíbula, el tórax o el abdomen.

Las lesiones, áreas purulentas y fibróticas firmemente induradas, se extienden con lentitud a los tejidos contiguos; con el tiempo pueden formarse fístulas que desembocan en la superficie.

En el tejido infectado, el microorganismo se multiplica en cúmulos llamados "gránulos de azufre". El diagnóstico se confirma por la demostración de bacilos delgados grampositivos no esporógenos, con ramificaciones o sin ellas, o "gránulos de azufre" en tejido o pus, y por el aislamiento de microorganismos a partir de muestras de materiales clínicos adecuados, no ontaminados con la flora normal al obtenerlos.

El cuadro clínico y los cultivos permiten distinguir entre actinomicosis y actinomicetoma, que son enfermedades muy distintas.

Más información: books.google.com