En octubre de 2018, el piloto Peter Wilson llevó a cabo el aterrizaje vertical rodante embarcado —SRVL, por sus siglas en inglés— con una aeronave F-35B en la cubierta del buque HMS Queen Elizabeth de la Marina Real británica.

Peter Wilson, piloto de pruebas británico de BAE Systems, dijo: "Estoy entusiasmado y emocionado por haber conseguido esto. He trabajado en esto durante los últimos 17 años y es fantástico saber que ha coincidido con el modelado y la simulación que hemos realizado durante estos años".

En un aterrizaje vertical, el aparato se pone en el costado del portaaviones igualando la velocidad de este, se desplaza a la derecha hasta alcanzar la pista y desciende verticalmente más o menos controladamente hasta posarse en la cubierta. En esta maniobra, la sustentación proviene casi únicamente del empuje proporcionado por los motores.

Con la nueva técnica SRVL, la aproximación se realizará como en un portaaviones con cubierta oblicua y cables de frenado. El avión “entraría” por la popa. Pero no hay cables de frenado por el empuje vectorial generado por los motores del F-35B para reducir de forma sustancial la velocidad de aterrizaje.

El Reino Unido es el único país que tiene previsto utilizar esta maniobra, que permitirá a los aviones aterrizar a bordo del portaaviones con cargas más pesadas, lo que significa que no tendrán que deshacerse del costoso combustible y las armas antes de aterrizar.

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