El Quitrín era un carruaje que se utilizaba en Cuba en la etapa colonial. Era para uso exclusivo de famílias adineradas, hacendados y personas de la alta sociedad.

Estaba dotado de dos enormes ruedas con un diámetro de 1 metro y medio, adecuado para sortear terrenos accidentados y sinuosos, que le daba mayor impulso e impedía que pueda volcarse.

Su nombre proviene de la silla de manos que se utilizaba en América llamada silla volanta. Definida como una caja transportada por dos sirvientes o esclavos que sostenián su peso con la mano.

Tenía fuertes barras de madera y la caja donde iban los pasajeros. Montada sobre tiras de cuero que le daban un movimiento lateral, suave y cómodo. Estaba cubierta por una capota de fuelle que subía y bajaba a voluntad para contrarrestrar los rayos del sol. Poseía una fila de asientos donde cabián dos o tres pasajeros y contaba con dos faroles montados a la altura del guardabarros.

Era un vehículo de lujo, señal de ostentación y de riqueza. Recargaban sus arreos con adornos de oro y plata. Era tirado por uno o dos caballos y el conductor era llamado calesero.

Un calesero requería años de experiencia en el uso del Quitrín, era considerado parte muy valiosa de las propiedades de su dueño y se les guardaba ciertas consideraciones. Usaban chaleco, camisa con botones dorados, corbata negra, pantalón blanco y botas con adornos de plata.

Más información: es.wikipedia.org