Por lo general, las féminas que quieren encontrarse con el Papa durante una audiencia oficial, tienen que vestir de negro.

Aun así, el protocolo de la Santa Sede admite ciertas excepciones de esta regla y las relaciona con el llamado "privilegio del blanco".

No todas las damas, sin embargo, tienen que seguir fieles a dichas indicaciones en todo momento. Debido a ciertas razones históricas, algunas de las mujeres (las reinas y princesas católicas o las consortes de los monarcas católicos, para ser más exactos) además de vestirse de negro pueden hacer uso del "privilegio del blanco" cuya idea está en gestión del Pontífice.

Cabe destacar que en el año 2016 solamente siete de ellas podían ponerse atuendos blancos durante las audiencias.

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