Thomas Clifford Allbutt (20 de julio de 1836-22 de febrero de 1925), fue un médico británico. En 1866, inventó el termómetro clínico, que era un tubo cerrado de 15 cm de largo, capaz de medir la temperatura solo en 5 minutos.

Este dispositivo reemplazó a un modelo de 25,4 cm de longitud, que necesitaba 20 minutos para determinar la temperatura del paciente.

Inicialmente se fabricaron aprovechando el fenómeno de la dilatación, se prefería el uso de materiales con elevado coeficiente de dilatación, al aumentar la temperatura, su estiramiento era fácilmente visible.

El metal base que se utilizaba en este tipo de termómetros ha sido el mercurio, encerrado en un tubo de vidrio que incorporaba una escala graduada.

En la Grecia antigua se manejaban los conceptos de caliente y frío y se realizaban experimentos simples que pueden considerarse, en forma retrospectiva, las bases de la termometría.

Pero no fue sino hasta finales del siglo XVI (1592) cuando apareció el primer termoscopio, atribuido al científico italiano Galileo Galilei.

Con este instrumento solo podían obtenerse datos cualitativos, ya que carecía de una escala normativa que permitiese cuantificar las variaciones de temperatura.

Continuó mejorándose hasta el desarrollo del termómetro digital. En 1973, la Oficina Estadounidense de Patentes y Marcas concedió la Patente No. US 3,729,998 a Fritz Kurt Mueller, Billy Otis Martin, James Parker Chandler y Robert Cherry Martin por un termómetro digital para pacientes.

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