El piano es un instrumento fascinante conocido por sus teclas blancas y negras. Estas teclas corresponden a las notas musicales, donde las teclas blancas representan las notas naturales de la escala musical y las negras los sostenidos y bemoles. A lo largo de la historia, el piano ha evolucionado desde instrumentos de teclado tempranos como el clavicémbalo y el clavicordio. A diferencia de estos, el piano permite una expresión dinámica, lo que significa que el músico puede controlar el volumen y el tono de las notas variando la presión sobre las teclas.

La invención del piano se atribuye a Bartolomeo Cristofori, un fabricante italiano de instrumentos musicales, alrededor del año 1700. Lo que hace único al piano entre los instrumentos de teclado es su capacidad para producir sonido mediante una combinación de cuerdas y martillos. Al presionar una tecla, un martillo golpea la cuerda correspondiente, produciendo un sonido que puede resonar a través del cuerpo del instrumento.

Hoy en día, el piano es un instrumento central en la música occidental, utilizado en todo, desde conciertos clásicos hasta actuaciones de jazz y música pop. Su versatilidad y potencial expresivo lo convierten en un favorito entre músicos y compositores de todo el mundo.