La Destrucción de Alderaan, fue uno de los actos más viles y crueles que cometió el Imperio Galáctico.

Con el propósito de esparcir el miedo entre los habitantes de la galaxia y con el fin de imponer el orden y la paz por la fuerza, el Imperio se hizo con una poderosa estructura, la Estrella de la Muerte.

Esta era y simbolizaba el poder absoluto del régimen y estaba dotada de un superláser capaz de destruir a cualquier planeta o nave rebelde que se opusiese al Imperio. Así, con el uso de ella, como por ejemplo aconteció con Alderaan, todos los demás sistemas cederían al Imperio.

La Princesa Leia era prisionera del Imperio y se le estaba forzando a revelar el paradero de la Base Rebelde, donde creían que los planos de la Estrella de la Muerte estaban escondidos. Se sobrepuso a todo tipo de torturas y de sedantes, consiguiendo no decir nada.

Sin embargo, al Gran Moff Wilhuff Tarkin se le ocurrió un nuevo y efectivo método de persuasión: o hablaba o destruirían su planeta natal, Alderaan. Lo que finalmente terminaría sucediendo, dos mil millones de personas se encontraban en el planeta cuando el Imperio destruyó este mundo.

Antes de ser atacado, Alderaan sólo se ve desde el espacio y parece ser un planeta parecido a la Tierra cubierto en su mayor parte por agua. Después, se convierte en un cinturón de asteroides llamado The Graveyard (El Cementerio) tras su destrucción por la Estrella de la Muerte.

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