Parece una mezcla de horror y de ciencia ficción: hormigas que viven en las copas de los árboles son invadidas por un hongo parásito que las hace comportarse como si fueran zombis, antes de matarlas y salir de ellas.

No es un fenómeno nuevo. Se cree que sucede desde hace por lo menos 48 millones de años y ya en 1850 el naturalista británico Alfred Russel Wallace lo había observado en Indonesia.

En 2011, una investigación reveló cómo el hongo Ophiocordyceps unilateralis se desarrolla en las cabezas de las hormigas carpinteras tropicales y las manipula hasta lograr las condiciones ideales para su reproducción.

Los científicos han observado que, una vez infectadas, las hormigas comienzan a caminar de forma errática y tienen convulsiones. Por esto, caen de sus nidos en las copas de los árboles.

De acuerdo a los investigadores, con esta estrategia el hongo las obliga a permanecer en el sotobosque, donde las condiciones más frescas le permiten desarrollarse mejor.

Mientras tanto, el hongo continúa creciendo dentro de las hormigas, hasta que, un mediodía, cuando el sol está más fuerte, las hace morder la vena principal en el envés de una hoja. Las hormigas infectadas no se pueden separar, ni después de muertas, de la hoja que mordieron.

A los pocos días, el hongo comienza a salir por la cabeza de la hormiga y crece durante unas tres semanas. Cuando alcanza su tamaño ideal, libera nuevas esporas con el fin de infectar a otras hormigas que se encuentren en el área.

Más información: www.bbc.com