Un estudio multidisciplinar realizado en Europa por investigadores del CNRS (Centro Nacional Francés de Investigación Científica), el Museo Nacional de Historia Natural de Francia y la Universidad del País Vasco en España ha analizado el entierro de un niño neandertal de hace entre 41.000 y 40.800 años.

A inicios del siglo XX en el refugio rocoso de La Ferrassie, en Dordoña, Francia, se encontraron seis esqueletos neandertales y, a principios de la década de 1970, el de un niño de dos años, que ha sido el objeto de la reciente investigación.

Después de los análisis preliminares, los restos permanecieron guardados en los archivos del Museo de Arqueología Nacional de Francia durante más de 50 años, hasta ahora.

El nuevo estudio ha demostrado que los huesos del niño neandertal estaban en su mayor parte intactos y presentes en su posición anatómica. Además, había sido enterrado justo después de morir. La ausencia de marcas de carnívoros, el bajo grado de alteración espacial, la fragmentación y la meteorización apuntaban hacia un entierro rápido y deliberado.

El contenido de la capa donde se descubrieron los restos del niño resultó ser más temprano que el sedimento circundante.

Un hueso diminuto, identificado como humano por las proteínas y como neandertal por su ADN mitocondrial, pudo ser datado por radiocarbono, proporcionando una datación de alrededor de 41.000 años, lo que lo convierte en uno de los restos neandertales más recientes fechados directamente.

Más información: historia.nationalgeographic.com.es