Las glándulas suprarrenales son las estructuras con forma de triángulo que están situadas encima de los riñones. Su función es la de regular las respuestas al estrés, a través de la síntesis de corticosteroides, estas producen muchas hormonas, entre ellas la adrenalina y la anoradrenalina. Estas hormonas sirven para estimular la actividad del corazón y aumentar la tensión arterial. Ayudan a los vasos sanguíneos a funcionar bien y a controlar el agua y la sal del organismo.

Cuando una persona se asusta o tiene miedo, producen más adrenalina y se aumentan los niveles de azúcar en la sangre, para ayudar a controlar un poco el efecto del estrés. Esto lo logran haciendo que el corazón lata más aprisa y los pulmones jalen mayor cantidad de aire, lo que permite a la persona reaccionar rápidamente.

Están formadas por dos estructuras diferentes que son la médula y la corteza suprarrenal, ambas inervadas por el sistema nervioso autónomo. Como su nombre sugiere, la médula suprarrenal está situada dentro de la glándula, rodeada por la corteza suprarrenal que forma la superficie.

La adrenalina es la hormona y neurotransmisor de las situaciones en las que tenemos que estar alerta y activados. Dicho en otras palabras, la adrenalina nos predispone a reaccionar rápidamente y nos prepara para sacar el máximo rendimiento de nuestros músculos, a causa del peligro o por encontrarnos en situaciones en las que se nos ofrece la oportunidad de ganar algo si somos lo suficientemente ágiles.

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