Sigmund Freud, el conocido neurólogo austriaco fundador del psicoanálisis, padeció siderodromofobia.

La siderodromofobia (del griego “sidero”, hierro; “dromos”, camino; y “phobos”, miedo), es una condición patológica que se manifiesta como un miedo irracional a los trenes, a las vías férreas o a viajar en tren.

La causa de que Freud desarrollara esta condición no está clara, pero por la correspondencia que sostuvo con sus colegas se sabe que cuando era un niño pequeño, el fracaso del negocio de su padre obligó a la familia a abandonar su hogar en Freiberg y a viajar en tren en varias ocasiones antes de instalarse en Viena. En uno de los viajes, el niño, accidentalmente vio a su madre desnuda y asoció, durante ese mismo viaje, recuerdos de ciertas llamaradas de gas que había visto en Breslau, con los relatos de su nana acerca de las almas quemándose en el infierno. Es posible que estos acontecimientos desencadenaran el trastorno.

La didascaleinofobia es el miedo irracional a ir a la escuela, tal y como la patofobia lo es a las enfermedades, y la nictofobia, a la oscuridad.

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