En Japón, el cultivo de los crisantemos constituye todo un arte. Fueron introducidos desde China, probablemente hacia el Siglo VIII, a pesar de que, según la leyenda, fueron las primeras flores que se materializaron a partir del collar de Izanagi, padre de los antiguos dioses japoneses.

En el transcurso del Siglo XIII, el crisantemo de 16 pétalos fue adoptado como símbolo de la casa imperial y se convirtió en un motivo decorativo en las ropas, kimonos, las hojas de espada, los estandartes y también en los documentos oficiales.

En el mes de noviembre, se celebran en Tokio festivales del crisantemo.

La flor del crisantemo también está presente en las muñecas de tamaño real que representan a damas de la corte y personajes históricos.

El Trono del Crisantemo es el término común que se le da al trono Imperial del Japón. El crisantemo, (kiku), es el escudo de armas del Emperador del Japón; por lo tanto kikukamonsho literalmente significa "El Sello del Crisantemo".

Según las leyendas, el Trono del Crisantemo es la monarquía en vigor más antigua del mundo. Su uso como símbolo del país se reforzó a partir de la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, el símbolo aparece en los pasaportes de los ciudadanos, en las insignias de los miembros del parlamento japonés, en las embajadas o en cualquier documento o emblema que represente la autoridad del Emperador. También se puede apreciar este emblema en la Orden del Crisantemo, la distinción más alta de Japón.

Más información: es.wikipedia.org