¿Qué figura histórica es "responsable" del mensaje en películas que advierte que los personajes son ficticios?
La cláusula de exención de responsabilidad «todos los personajes son ficticios» que se puede ver o escuchar en diferentes obras de comunicación, surgió a raíz de un litigio contra la película de 1932 de la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) «Rasputín y la zarina», que insinuaba que el personaje de la princesa Natasha había sido violado por el místico ruso Rasputín.
El personaje de Natasha pretendía representar a la princesa Irina Alexándrovna de Rusia, que demandó a MGM por difamación. Después de ver la película dos veces, el jurado estuvo de acuerdo en que la princesa había sido difamada.
Al parecer, el Tribunal de Apelación inglés concedió a Irina y a su marido, Felix Yusupov, 127 373 dólares (equivalentes a 2 434 000 dólares en 2019) por daños y perjuicios en 1934, y un millón de dólares (equivalentes a 19 millones de dólares en 2019) en un acuerdo extrajudicial con MGM.
Como medida preventiva contra nuevas demandas, la película fue retirada de la distribución durante décadas.
La película comenzaba con la afirmación: «Se trata de la destrucción de un imperio... Algunos de los personajes siguen vivos, el resto encontró la muerte por violencia». A raíz de este caso, muchos estudios empezaron a incluir en sus películas una cláusula de exención de responsabilidad «todos los personajes son ficticios», para protegerse de acciones judiciales similares.
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en.wikipedia.org
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