Las denominadas manchas solares son el signo más evidente de la actividad de la fotosfera, que es la zona visible donde se emite la luz solar.

El origen de la palabra fotosfera es griego. Está conformada por “photos” que se traduce como “luz” y por “sphaira” que significa “esfera”. Se aplica a las estrellas, para designar la capa gaseosa que se muestra como la parte luminosa que las delimita.

Nuestra estrella, el Sol, compuesto sobre todo por hidrógeno y por helio, tiene una temperatura fotosférica que alcanza los 5.800 K (kelvin). La fotosfera es la superficie gaseosa externa del Sol que podemos ver, y de la que recibimos la luz. Tiene una profundidad aproximada de doscientos kilómetros. Sin embargo, la energía solar es producida en el núcleo, que está más abajo y con una temperatura de unos quince millones de grados kelvin.

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