El amaretto es un licor de origen italiano que se elabora desde el siglo XVI. Se prepara con almendras y carozos de duraznos, damascos, cerezas y otras frutas. Se caracteriza por su sabor fuerte, dulce y distintivo. Es realmente inconfundible, aún si es parte de una receta o un cóctel. Su graduación alcohólica suele rondar los 25 grados y no supera en ningún caso los 30.

Tiene su origen en Saronno, una pequeña localidad cercana a Milán, Italia; de ahí que se lo conoce como «amaretto di Saronno». Cuenta la leyenda que en 1525, el pintor Bernardino Luini, discípulo de Leonardo da Vinci, recibió el encargo de pintar un fresco de la Madonna en Saronno. Para ayudarse, Bernardino Luini contó con la ayuda de la hija de la dueña de una posada que le sirvió de modelo.

Al parecer, pasados los meses la joven se enamoró del pintor y como muestra de su amor y agradecimiento hacia él, le preparó una bebida con productos naturales que tenía en su jardín. Esta prueba de amor fue ofrecida a Bernardino quien llevó esta bebida fuera de Saronno y la dio a conocer por toda Italia.

De ahí viene también el hecho de que el amaretto sea conocido como uno de los licores más afrodisiacos. La receta fue pasando de generación en generación hasta que casi tres siglos más tarde, en 1817, se empezó a comercializar por parte de «Amaretto di Saronno Originale Licor», que aún hoy en día sigue siendo el número uno en el panorama mundial tanto en la fabricación como en la comercialización de este licor.

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