Florence Foster Jenkins (1868-1944) fue una excéntrica soprano estadounidense que se hizo famosa por su completa falta de habilidad musical.

Debido a su incompetencia técnica, se convirtió en una prominente figura de culto musical en la ciudad de Nueva York durante las décadas de 1920, 1930 y 1940. Cole Porter, Gian Carlo Menotti, Lily Pons, Sir Thomas Beecham y otras celebridades eran fans. Se dice que Enrico Caruso "la consideraba con afecto y respeto".

El poeta William Meredith escribió que un recital de Jenkins "nunca fue exactamente una experiencia estética, o sólo en la medida en que un cristiano entre leones proporciona una experiencia estética; era principalmente inmolatorio, y Madame Jenkins siempre era comida, al final."

Se dijo que los 32 años de carrera musical de Jenkins fueron una elaborada broma sobre el público, lo cual parece contradecirse con la afirmación de que su muerte después de su actuación en el Carnegie Hall fue resultado del rechazo de los críticos.

Sin embargo, hay muy pocas evidencias que constaten dichas afirmaciones. Todo parece indicar que Florence Foster Jenkins murió con el mismo feliz y convencido sentido de plenitud que prevaleció durante toda su vida artística.

En 2016 se estrenó una película sobre ella, protagonizada por Meryl Streep y Hugh Grant.

Más información: www.bbc.com