Marie Grosholtz, conocida como Marie Tussaud o Madame Tussaud (1761-1850) fue una artista francesa conocida por sus trabajos de modelar efigies de personalidades destacadas, algunas guillotinadas durante la Revolución francesa, y por fundar el primer museo de figuras de cera que lleva su nombre, en la ciudad británica de Londres.

Nació con el apellido Grosholtz pero no conoció a su padre que murió en la guerra antes de que ella naciera. Marie y su madre se trasladaron a Suiza porque la señora Grosholtz se empleó como ama de llaves para el doctor cirujano Philippe Curtius, experto en esculpir modelos anatómicos para la investigación. Marie se fue haciendo muy cercana a Curtius y aprendió de él a esculpir la cera.

Cuando el doctor dio un giro en su carrera y decidió instalarse en Paris para dedicarse a los retratos, Marie se transformó en su ayudante. Los primeros ilustres en posar para ella fueron Voltaire y Benjamin Franklin y sus servicios como profesora de arte fueron requeridos en el Palacio de Versalles en 1780.

Antes que se desatara la Revolución Francesa, Marie había realizado los retratos del ministro Jacques Necker y del duque de Orleáns. En 1789 fueron sus bustos de cera policromada los que la multitud alzó dos días antes de la Toma de la Bastilla. Su cercanía a la aristocracia hizo que fuera detenida y que incluso le afeitaran la cabeza para ser guillotinada, pero se salvó gracias a amistades influyentes.

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