Ante nombres femeninos se usan los demostrativos «esta», «esa» y «aquella», incluso si empiezan por «a» tónica: «esta agua», «esa águila», «aquella hacha», «esta área», etc.

Según el Diccionario panhispánico de dudas, los artículos «la» y «una» pueden adoptar, por razones de sonoridad, las formas «el» y «un» cuando van inmediatamente delante de un sustantivo que empieza por «a» tónica: «el agua», «un águila», «el hacha», «un área», etc.

Al usar la forma plural, como no hay problemas de sonoridad, el artículo solo puede adoptar el género que corresponde según nombre al que precede: «las aguas», «unas aguas», etc.

Pero obsérvese que la adaptación sonora solo se refiere a los artículos «la» y «una». No afecta a la concordancia de otras palabras, como por ejemplo los demostrativos «esta», «esa» o «aquella».

Es decir, sería desaconsejable: «este agua», «ese agua», «aquel agua», etc. Aunque tengan justificación fonética y etimológica, la RAE concluye que «este y aquel femeninos deben evitarse. Afean la dicción y pueden contribuir a la confusión del género del nombre» [Esbozo, § 2.6.4]

Por la misma razón, lo apropiado es, por ejemplo, «toda el agua», «mucha agua», «ninguna agua», etc.

Como excepciones, sí se recomienda mantener «la» y «una» si el inmediato sustantivo es una letra del alfabeto («la hache», «la a»), un nombre de mujer («la Ana»), la ciudad de «La Haya», o se quiere hacer distinción de género («la ánade», «la árabe», «la árbitra»).

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