El bosque de Oma es una obra artística creada por el escultor y pintor Agustín Ibarrola entre los años 1982 y 1985 y que se puede encuadrar dentro de la tendencia contemporánea del Land Art, una corriente artística que trabaja directamente sobre el entorno natural, siendo el propio paisaje el lienzo del pintor.

El bosque de Oma o el Bosque Pintado está situado en el Valle de Oma, en la localidad de Kortezubi, en pleno Urdaibai (Reserva de la Biosfera por la UNESCO). Un lugar, que destaca por su increíble valor natural, y al que le acompañan la cultura e historia del pueblo vasco. El conjunto representa unos 500 árboles pintados.

Ibarrola se limitó a pintar la superficie de los pinos, consciente de que el soporte que utilizaba no es inerte como el lienzo. La mayoría de las figuras se reparten entre diferentes árboles, situados en distintos planos de profundidad.

Agustín Ibarrola siempre apostó por materiales nobles, de gran durabilidad, como es el caso de los cientos de pinos que acogen su obra en este bosque. Estos árboles son, junto a la pintura y la perspectiva, los conductores de los diferentes sentimientos sociales que Ibarrola intenta mostrar mediante esta obra maestra.

Gracias a las dimensiones del espacio en el que nos encontramos y la composición de sus obras, la inmensidad nos sobrecoge durante todo el recorrido. Podemos concluir indicando que Ibarrola es el padre de uno de los murales naturales más importantes y sobrecogedores del territorio vasco.

Más información: es.wikipedia.org