Una unidad estratigráfica es un volumen de roca de origen identificable y rango de edad relativo que se define por sus rasgos petrográficos, litológicos o paleontológicos distintivos y dominantes.

Cada nivel de hábitat una vez que se abandona sufre un proceso en el que se van superponiendo capas de tierra, en ocasiones de manera natural y en otras por cuestiones culturales de manera premeditada. Con el paso el tiempo se forman muchas capas que al final conforman lo que conocemos como la estratigrafía.

Se utiliza en arqueología para referirse a la superposición de los diferentes estratos o capas de tierra que forman un área concreta y que el equipo arqueológico se encarga de quitar desde la más temprana a la más antigua hasta la tierra natural, es decir: excavando de arriba hacia abajo.

Los objetos encontrados en un mismo estrato son contemporáneos y por tanto se puede establecer una cronología relativa que puede servir a su vez para fechar otros objetos encontrados en ese mismo nivel.

De menor a mayor rango, los principales rangos litoestratigráficos son: capa, miembro, formación, grupo y supergrupo.

También se puede encontrar "La inversión estratigráfica" que consiste en la formación de un pliegue inclinado hasta tal punto que, en alguna parte del corte, los estratos más antiguos se encuentran dispuestos sobre los más modernos.

Y "La discordancia estratigráfica" que es la separación entre dos series, debido a la existencia de una laguna estratigráfica.

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