Un tropo es la sustitución de una expresión por otra cuyo sentido es figurado. Se trata de un término propio de la retórica que proviene del griego τρόπος, trópos, que significa «dirección». En este sentido, el tropo es el cambio de dirección de una expresión.

La retórica clásica constaba de un tratado llamado De tropis donde se estudiaba el uso de las palabras en un sentido distinto del habitual. Los tropos ocupan un lugar importante en el lenguaje literario, especialmente en la poesía lírica, aunque no exclusivamente: pueden encontrarse también en el lenguaje coloquial.

Los tropos son los siguientes: metáfora, alegoría, hipérbole, metonimia, sinécdoque, antonomasia, énfasis, ironía.

La metáfora sustituye un término real por otro imaginario, para embellecer, dar énfasis, sorprender al lector, introducir un toque original, etc.

La alegoría es una sucesión de metáforas, a través de un poema o de un texto, más o menos largo, en prosa.

Aquí está un ejemplo donde se usa la metáfora y la alegoría juntas, en este poema de Lope de Vega.

Vino, primero, pura, vestida de inocencia, y la amé como un niño, luego se fue vistiendo de no sé qué ropajes y la fui odiando, sin saberlo llegó a ser una reina fastuosa de tesoros… ¡qué iracunda de yel y sin sentido! Mas se fue desnudando, y yo le sonreía, se quedó con la túnica de su inocencia antigua. Creí de nuevo en ella, y se quitó la túnica y apareció desnuda toda… ¡oh pasión de mi vida, poesía desnuda, mía para siempre!.

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