El temazcal es un baño de vapor utilizado en Mesoamérica y Norteamérica con fines higiénicos, rituales, terapéuticos y espirituales. La palabra temazcal proviene de la palabra náhuatl “temazcalli”, (temaz-sudor, calli-casa); su traducción literal sería “casa de sudor”.

Puede tener uso ceremonial y terapéutico, se realiza en una especie de choza, generalmente redonda, que tiene entre dos y cuatro metros cuadrados, se coloca leña que calienta el recinto, o se hace una hoguera donde se calientan piedras, recipientes con agua y hierbas medicinales.

Este fuego sagrado, representa al dios del sol, cuya energía fecundante y creadora calienta las piedras volcánicas.

El simbolismo de la estructura de, temazcal y la tradición oral reflejan la conexión entre el cuerpo, el espíritu y la naturaleza.

Tanto para los pueblos ancestrales, como para las personas que practican hoy en día la ceremonia temazcal, el calor, el vapor y el sudor, provocan una purificación de cuerpo y alma, en comunión con la naturaleza.

Se considera que entre las propiedades del temazcal están: acelerar el proceso curativo (traumas, huesos rotos, contusiones, problemas cutáneos, etc), prevenir complicaciones durante el embarazo y el parto, dolores de pecho y espalda, ayuda a mejorar problemas circulatorios, produce un efecto relajante y estimulante, etc.

Actualmente existen varios lugares que ofrecen la experiencia temazcal, también en destinos turísticos.

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