Figura retórica de construcción que consiste en añadir enfáticamente a una frase más palabras de las necesarias para su comprensión, con el fin de embellecer o añadir expresividad a lo que se dice.

"‘lo he visto con mis propios ojos’ o ‘subir arriba’ son pleonasmos corrientes.

Aunque puede ser útil para la expresividad, el pleonasmo debe considerarse como un defecto del lenguaje. La redundancia implica una repetición de contenidos a partir del agregado de datos que no son necesarios, por lo que deberían omitirse.

Cabe señalar que, si bien existen ciertos pleonasmos que podemos advertir con facilidad en el lenguaje popular y que suelen ser motivo de burlas (como ocurre con los ya mencionados “salir afuera” y “subir arriba”), es difícil declararse inocente del uso incorrecto de esta figura; veamos algunas expresiones que combinan conceptos de manera innecesaria y que la mayoría de las personas de habla hispana usamos a menudo en la comunicación oral: “ven aquí”; “cállate la boca”; “planes de futuro”; “volar por los aires”; “cita previa”, etc.

Como puede apreciarse, no se trata de construcciones de aspecto incorrecto o poco culto; sin embargo, una vez analizadas, todas ellas son redundantes. Esto no quiere decir que debamos dejar de utilizarlas, ya que el lenguaje no es una ecuación con un solo resultado; por el contrario, es flexible y se adapta a las necesidades de sus hablantes, y en sus contradicciones muchas veces reside su aspecto más cautivador.

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