El logaritmo de un número real positivo en una base determinada es el exponente al cual hay que elevar la base para obtener dicho número. Por ejemplo, el logaritmo en base 2 de 8 es 3, porque 8 es igual a 2 elevado a 3; es decir 2^3 = 2×2×2 = 8

Otro ejemplo: si queremos saber a que número debemos elevar 3 para que nos dé como resultado 20. Sabemos que el resultado debe estar comprendido entre 2 y 3 ya que 3 elevado a 2=9, menor que 3 elevado a 3=27. Aplicando logaritmos, el cálculo resulta sencillo, en concreto log20/log3.

Los logaritmos forma parte de la actividad cotidiana; la utilización de la función logarítmica abarca la mayoría de las ramas del conocimiento. Así es importante en Economía y Banca, ya que se aplica en la demanda y oferta; en la banca sirve para medir el crecimiento de los depósitos de acuerdo al tiempo; en Estadística suele aplicarse en el crecimiento de la población.

En Publicidad, las estadísticas sobre campañas publicitarias se basan en cálculos con logaritmos; en Geología sirven para el cálculo de la intensidad de un terremoto. Aquí la escala de Richter es de base logarítmica.

En Química, para calcular el PH de las sustancias; en Música, el pentagrama es una escala logarítmica ya que la altura del sonido es proporcional a la del número de frecuencia.

Se utiliza también en Medicina, Psicología, Biología o Astronomía. En definitiva, los logaritmos facilitan o permiten cálculos que no serían viables por otros métodos.

Más información: es.wikipedia.org