Lobizón es un ser de la mitología guaraní, muy popular en Paraguay y Argentina. Es la versión sudamericana del HOMBRE-LOBO europea, especialmente rusa. Consiste en un hombre, séptimo hijo varón, de una misma pareja, que se transforma en un lobo en las noches de luna llena para andar por los cementerios, revolcarse en los corrales y gallineros comiendo restos y excrementos y niños no bautizados. Es representado como una mezcla de perro y cerdo, muy peludo y con grandes orejas, que recobra su fisonomía humana al día siguiente de su transformación, o si es herido o mordido. Si es mujer se convierte en bruja.

En Argentina y el Paraguay fue costumbre desde el siglo XIX, que el Presidente sea nombrado "padrino" del séptimo hijo/a de una misma pareja, debiendo la prole ser toda del mismo sexo. Esta costumbre irregular se debió a que los supersticiosos a veces sacrificaban a su séptimo hijo por miedo a que se convierta en lobizón. En Argentina, recién en 1907, se tienen registros del primer bautismo oficial, a pedido de un matrimonio alemán que había vivido en Rusia. En 1973, el presidente J.D. Perón dio formato legal a esta costumbre a través del decreto número 848. El decreto otorga además becas totales para estudios primarios y secundarios. En 1974 se dicta la ley 20843 que regula las becas de estudio. El Decreto 1416/2009, modifica el decreto 848 , ampliando su alcance. Basta ser el séptimo hijo/a en línea recta sanguínea de madre o padre indistintamente.

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