El término astrolabio alude a un dispositivo que se utilizaba en el ámbito de la astronomía para comprobar la ubicación de los astros. Con el astrolabio, era posible indicar la altura y la posición de las estrellas en el cielo.

Los astrónomos y los marineros entre otros, empleaban los astrolabios para encontrar las estrellas y analizar cómo se movían, de esta manera podían obtener información sobre la hora y la latitud y hasta establecer mediciones de distancias.

Fue el instrumento de navegación más usado durante varios siglos. El desarrollo tecnológico, poco a poco, hizo que perdiera preponderancia. Hoy existen herramientas mucho más avanzadas que ofrecen la información con mayor precisión.

En realidad, no se sabe bien quien fue el inventor original. Algunas obras del astrónomo y matemático griego Claudio Ptolomeo como el Almagesto, describen en el siglo II su construcción donde menciona que también fue utilizado por otros matemáticos posteriores como Hipatia de Alejandría para mejorar sus cálculos.

El astrolabio se basa en la proyección estereográfica de la esfera celeste. Consiste, básicamente, en una circunferencia graduada sobre cuyo eje gira una aguja con un punto de mira que se apunta a la estrella elegida. El borde de la madre, o limbo, muestra una escala graduada en grados y a menudo también otra en horas y minutos. En la parte superior, consta de una argolla de la que se suspende el instrumento en posición vertical para realizar las mediciones.

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