Un cráter de impacto o astroblema es la depresión que deja el impacto de un meteorito en la superficie de un cuerpo planetario (planeta, planeta enano, asteroide o satélite) de superficie sólida.

En nuestro planeta existen cerca de 200 estructuras confirmadas como cráteres de impacto, producidos por el impacto de un meteorito.

Parecen pocos comparados con los miles que plagan la superficie lunar. Sin embargo la Tierra ha recibido muchos más impactos que su satélite por su mayor gravedad y tamaño.

La mayor parte han sido borrados por los efectos de la meteorización y la tectónica de placas, otros han quedado sepultados por rocas sedimentarias y algunos siguen expuestos en superficie conservando su estructura original, o no.

Un impacto meteorítico se produce a una gran velocidad, la naturaleza explosiva de un contacto a más de 100.000 Km/h hace que la forma de los cráteres sea casi perfectamente circular, a pesar de que los impactos pueden producirse con ángulos bajos y no siempre perpendiculares a la superficie terrestre.

Este contacto genera una gran explosión y una gran compresión de la roca impactada (basamento).

Se estima que el impacto que acabó con los dinosaurios (Chicxulub), producido por un meteorito de 10-15 kms, generó momentáneamente una cavidad de 40 kms de profundidad en la corteza terrestre, suponiendo una energía igual a 7.000 millones de bombas de Hiroshima.

En los planetas que tienen una envoltura gaseosa los cráteres son menos numerosos.

Más información: es.wikipedia.org