Las plantas que producen la vainilla poseen ellas mismas el nombre de vainilla. Son las únicas orquídeas cultivadas por razones que no sean meramente ornamentales. Se usa en la industria alimentaria y cosmética. La vainilla es nativa de México, donde era usada por los totonacas, quienes fueron conquistados por los aztecas.

Tras probar las exquisiteces que le ofrecía el gobernador Moctezuma, el conquistador español Hernán Cortés se enamoró de la vainilla. Todos los intentos de reproducir esta orquídea fuera de su hábitat originario resultaron un fracaso. De hecho, no se supo hasta el siglo XIX que las abejas indígenas(Melipona) desempeñaban un papel indispensable en la fecundación.

Este insecto tenía una relación simbiótica con la orquídea, algo que no fue descubierto hasta 1836 por el botánico belga Charles Morren.

Las meliponas eran las únicas que podían polinizar la flor de la vainilla, junto con ciertos colibríes nativos.

No fue sino hasta que en 1841 el hijo de un esclavo de la Isla Bourbon, Edmond Albius, de 12 años, desarrolló un método eficaz para fertilizar la flor a mano.

Y es esa técnica la que se usa todavía hoy.

El cultivo y la preparación de la vainilla necesitan largos y minuciosos cuidados. Eso hace que sea, en proporción al peso, uno de los productos agrícolas más caros del mundo. Es la segunda especie más cara después del azafran. Se presenta en forma de palos negros y brillantes, comúnmente llamados "vainas" de vainilla.

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