La presoterapia, es una técnica de tratamiento que consiste en aplicar presión positiva en determinados tejidos, lo cual provoca una acción similar a un masaje que puede ser útil para mejorar el drenaje linfático y la circulación venosa.

Ayuda a tonificar y estimular los músculos y articulaciones, a la vez que refuerza los tejidos conectivos.

Alivia el estrés: al estimular los puntos nerviosos motores, reduce los espasmos musculares, produce bienestar y relajación.

Se utiliza un dispositivo que consiste en un conjunto de cámaras de aire separadas, se colocan alrededor de las zonas y extremidades donde se quiere aplicar la presión. Las cámaras se inflan y desinflan de forma continua, lo que ejerce un efecto de bombeo sobre los vasos linfáticos y el sistema circulatorio.

Los beneficios de mejorar la circulación de la linfa residen en el hecho de que es la encargada de transportar los desechos y toxinas generadas en el proceso de nutrición de las células hasta el torrente sanguíneo, que posteriormente las lleva al sistema excretor para su eliminación.

En ocasiones, la linfa no circula adecuadamente en puntos concretos de los vasos linfáticos y produce edemas, lo que favorece la acumulación de grasas y dificulta la regeneración natural de los tejidos.

Tiene contraindicaciones especialmente en personas que sufren de: insuficiencia cardiaca, presión baja, pacientes oncológicos, infecciones graves y embarazo.

Cada sesión tiene una duración entre los 30 y los 45 minutos.

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