Un bosón. De los dos tipos básicos de partículas elementales en la naturaleza, los bosones son una categoría, la otra son los fermiones. Su nombre es en honor del físico indio, Satyendra Nath Bose. Los científicos del Gran Colisionador de Hadrones, LHC por sus siglas en inglés, un acelerador de partículas de La Organización Europea para la Investigación Nuclear, CERN, por sus siglas en francés, declararon su existencia después de más de medio siglo de búsqueda. Se trata de una partícula elemental que permite explicar la diferencia entre las masas de las distintas partículas que componen la naturaleza. En 1964 el físico británico, Peter Higgs, junto a otros colegas, propusieron que todo el espacio esta relleno de un campo que interacciona con las partículas elementales, y esto es lo que les confiere la masa. Se llama campo de Higgs, en su honor. De acuerdo con esta teoría, la masa no sería una propiedad intrínseca de las partículas, sino una interacción con el campo de Higgs. Este campo está constituido por un incontable número de bosones, de Higgs. El nombre de partícula de Dios le viene del Premio Nobel de Física, Leon Lederman, que en uno de sus libros se refirió al bosón de Higgs como, “the goddamn particle”, esto es, “la maldita partícula”, por lo difícil que era detectarla. El editor del texto decidió sustituir el nombre por “the God particle”, es decir, “la partícula de Dios”. Desde entonces, el bosón de Higgs quedó rebautizado.

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