El término misoginia está formado por la raíz griega "miseo", que significa odiar y "gyne" cuya traducción sería mujer y se refiere al odio, rechazo, aversión y desprecio de los hombres hacia las mujeres y en general hacia todo lo relacionado con lo femenino.

Ese odio ha tenido frecuentemente una continuidad en opiniones o creencias negativas sobre la mujer, lo femenino y en conductas negativas hacia ellas.

Hay que tener en cuenta que la misoginia solo es una idea que describe conductas reales de personas reales y por lo tanto solo existe a través de los actos de ciertas personas.

Reconocer a las personas misóginas es necesario para poder relativizar su conducta y para educar en el respeto a todas las personas, independientemente de sus características físicas.

Generalmente se distinguen por sus actitudes:

- La cosificación hace que se considere a la mujer como un objeto usado para obtener placer y para criar y solo valga a causa de sus "funciones" y no por su condición humana.

- Su tendencia a utilizar de manera selectiva una moral parecida a la puritana en lo que respecta a la sexualidad.

- El uso de la violencia machista, sea física, verbal o simbólica.

- Tienden a buscar la responsabilidad de la violencia machista en las víctimas.

- Rechazan la idea de relacionarse con mujeres más allá del ámbito profesional o de las transacciones económicas.

- Todo lo que implique darle visibilidad a la mujer más allá de sus roles tradicionales, es visto con malos ojos.

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