La hemocianina es una proteína presente en la sangre de algunos crustáceos, arácnidos y moluscos que se encarga del transporte del oxígeno.

Su función es equivalente a la que la hemoglobina realiza en la sangre de otros animales y de los seres humanos aunque el transporte de oxígeno no es tan eficiente.

La hemocianina para realizar esta función, presenta dos átomos de cobre (Cu) como componente de unión al oxígeno, en combinación con el oxígeno posee una coloración azulada, y en ausencia de este es incolora.

Las propiedades versátiles de esta proteína, son usadas desde hace algún tiempo en aplicaciones biomédicas, como el inmunoestimulante no específico usado en la terapia del cáncer de vejiga y el adyuvante en vacunas terapéuticas de vanguardia contra el cáncer, estas ventajosas características han aumentado el interés en encontrar nuevas hemocianinas con mejores propiedades inmunomoduladoras.

Sus dos ventajas son un costo razonable y la ausencia de efectos secundarios.

También para fabricar un compuesto con altas propiedades bactericidas y fungicidas.

Su historia data del año de 1867, cuando fue reportado que la sangre de los cefalópodos se tornaba azul al pasar esta a través de las branquias.

En 1878, el fisiólogo belga León Frederiq mostró que el color azul era causado por la oxigenación del cobre que contenía la proteína, proceso que era reversible designándole el nombre. Para 1932, ya había sido investigada en 13 especies de animales.

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