La fotofobia no es una enfermedad ocular, sino un síntoma de muchos trastornos tales como infección o inflamación que pueden irritar los ojos. La fotofobia es la intolerancia anormal a la luz. Es frecuente en personas con albinismo o puede ser debida a enfermedades relacionadas con el ojo o el sistema nervioso.

Es un síntoma importante, aunque no diagnóstico, en la queratitis, la uveítis, el glaucoma agudo, la cefalea tipo migraña y la cefalea en racimo, y las abrasiones y erosiones corneales traumáticas.

Los pacientes pueden desarrollar fotofobia como resultado de varias condiciones médicas diferentes, relacionadas con el ojo o el sistema nervioso.

A veces, las personas daltonicas pueden manifestar fotofobia. No suele revestir importancia y puede aliviarse usando gafas oscuras o apagando la luz. Algunas soluciones oculares de uso frecuente también pueden ocasionar fotofobia, por lo cual discontinuando su uso, esta reacción desaparecerá. Esto es provocado muchas veces por compuestos en algunos líquidos de desinfección y conservación para lentes de contacto blandas.

Las personas con un color de ojos más claro pueden experimentar más sensibilidad a la luz en entornos con una fuerte luz del sol, porque los ojos de colores más oscuros contienen más pigmentos para protegerlos de una iluminación fuerte.

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