La cría de palomas mensajeras data de hace muchos siglos, ya fueron utilizadas durante la primera guerra mundial para enviar mensajes desde el frente de batalla.

En la segunda guerra mundial su uso fue cada vez menor, siendo reemplazadas por las telecomunicaciones.

El arte de criar palomas de carreras para competir se llama colombofilia y es muy antigua. Carreras de caballos, carreras de galgos, pero muy pocas personas saben de la existencia de las competiciones de palomas mensajeras que data de inicios del siglo XIX.

Los países con una mayor afición a la colombofilia son China, Alemania, Holanda, Bélgica, Reino Unido y Polonia, y en el continente Americano principalmente en México.

Entre las palomas de carreras existen diferencias; algunas han sido criadas para volar competiciones de velocidad (100 a 250 km) y otras para competiciones de fondo y gran fondo (500 a 1200 km).

Las diferencias se dan principalmente en su anatomía, las palomas de velocidad tienen un cuerpo más esbelto, fuerte y alas más largas y puntiagudas permitiéndoles alcanzar velocidades de hasta 100 km/hr en distancias cortas.

Las palomas de fondo son palomas más robustas, de mayor resistencia y con alas más anchas y redondeadas que les permite planear para ahorrar energía durante el largo viaje de vuelta a casa.

Las palomas son anilladas con chips identificadores que sirven para identificar a cada ave, registrarla en la competición y para marcar el tiempo de su llegada al palomar.

Más información: www.inecol.mx