Es un tipo específico de fobia: el persistente e irracional miedo a los gatos. También se le conoce como felinofobia, elurofobia y gatofobia. Para algunas personas es un poco menos el miedo que la aversión, similar a las reacciones que se tienen frente a las víboras o las ratas.Algunas situaciones pueden disparar la aversión a los gatos: su ronroneo, ver un gato en la vida real, que un gato se frote en el cuerpo de uno, el brillo de sus ojos en la noche y varias más.

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