La agnosia es la incapacidad de procesar la información sensorial. Es una condición rara en la cual un individuo afectado no puede reconocer y determinar objetos, personas, sonidos, formas u olores aunque el sentido afectado no es defectuoso y no hay amnesia importante (baja de memoria) o problemas con la atención.

El término “agnosia” proviene del latín: gnosis es “conocimiento” y el prefijo a, indica negación o “falta de”. En función del canal de entrada de la información, se dará el nombre al tipo de agnosia. Así, existe la agnosia visual, la auditiva, la táctil, la olfativa y la gustativa.

La agnosia puede deberse a accidentes cerebrovasculares, demencia u otros trastornos neurológicos. También puede ser inducido por un traumatismo o por una lesión en la cabeza, una infección cerebral o hereditaria.

Además, algunas formas de agnosia pueden ser el resultado de trastornos del desarrollo. El daño que causa la agnosia generalmente ocurre en los lóbulos occipital o parietal del cerebro. Aunque en modalidades, se podrán ver afectadas las habilidades cognitivas, mientras que en otras áreas se conservan.

El efecto del daño en el surco temporal superior es consistente con varios tipos de deficiencias neurolingüísticas, y algunos afirman que la agnosia es uno de ellos. El surco temporal superior es vital para la comprensión del habla porque la región está muy involucrada con la interfaz léxica.

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