El cuerpo de Desmond Tutu (1931-2021), arzobispo anglicano ganador del Premio Nobel de la Paz y defensor de la lucha contra el apartheid, fue sometido a acuamación, una alternativa ecológica a los métodos tradicionales de cremación, en Ciudad del Cabo el 2 de enero de 2022.

Los entierros tradicionales así como también la cremación, son opciones contaminantes a la hora de tener un funeral menos contaminante. En el primero, implica talar árboles y una gran huella de carbono: sólo en Estados Unidos la tierra se contamina cada año con 3 millones de litros de formaldehído empleado para embalsamar a los cuerpos.

En cuanto a la cremación, tampoco es un alternativa «eco-friendly». En base a datos de Natural Death Center, una cremación utiliza tanto gas y luz como un viaje de 800 km y arroja más de 100 kilos de carbono.

Si bien hay otras opciones más amigables con el medioambiente, el término «acuamación» empezó a viralizarse en la web porque fue el método elegido por el arzobispo sudafricano.

El cadáver se pone en el interior de un recipiente presurizado lleno de una mezcla de agua e hidróxido de potasio y posteriormente se calienta a temperaturas entre 90 y hasta 150 °C, para evitar que hierva. A medida que se incrementa la presión, la solución alcalina rompe suavemente la materia orgánica durante varias horas.

El proceso licua todos los tejidos del organismo a excepción de los huesos, que se secan en un horno, se reducen a polvo y son entregados a los seres queridos.

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