El rapel es un sistema de descenso por superficies verticales utilizando técnicas de cuerdas. Se utiliza en lugares donde el descenso de otra forma es complicado, o inseguro. El rapel es el sistema de descenso o ascenso autónomo ampliamente utilizado, ya que para realizar un descenso solo se requiere, además de conocer la técnica adecuada, llevar consigo una cuerda, y en la mayoría de las técnicas un arnés y un descensor.

Esta técnica además es utilizada en excursionismo, montañismo, escalada en roca, espeleología, barranquismo y otras actividades que requieren ejecutar descensos verticales.

El rapel también es utilizado en rescate, tanto en los medios naturales como en los urbanos, así como en operaciones militares.

Las actuales técnicas aunque muchos las remontan a finales del XVIII apenas han comenzado a desarrollarse en la década de los 80. Eso no quiere decir, que en tiempos anteriores, alpinistas individuales no hayan diseñado y utilizado rapeladores similares a los actualmente generalizados. Se sabe por ejemplo, que ya a principios de los años 30 el espeleólogo Henry Brenot utilizaba para sus exploraciones de grandes cimas un rudimentario descensor, y que a mediados de los sesenta, otro espeleólogo, Dressler, fabricaba a pequeña escala unos descensores a poleas, muy similares a los que aún hoy se fabrican con su marca.

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