Es un trastorno que puede afectar a alpinistas, excursionistas, esquiadores o viajeros a grandes alturas, por lo general por encima de los 8,000 pies (2,400 metros) y hasta la denominada zona de la muerte. Llamada coloquialmente "mal de altura", "mal de páramo", "soroche" y "apunamiento", es la falta de adaptación del organismo a la hipoxia (falta de oxígeno) de la altitud, normalmente desaparece al descender a zonas más bajas.

En el ámbito del montañismo, se denomina "zona de la muerte", a la región ubicada por encima de una altitud de 7500 mts. en la cual la presión parcial del oxígeno no es suficiente para mantener la vida humana.

Los síntomas son: cefalea, náuseas y vómitos, falta de apetito, agotamiento físico, dificultad para dormir y frecuencia cardíaca alta.

Las manifestaciones más graves y potencialmente letales del(MAM) mal agudo de montaña son: el edema pulmonar de altitud y el edema cerebral de altitud.

El mal de altura se puede evitar, hasta cierto punto, con una medicina llamada Acetazolamida, a dosis de 250 mg/12 horas o 500 mg, en dosis única nocturna.

Si los síntomas son más graves o empeoran, debe iniciarse inmediatamente el descenso.

Es muy importante tener en cuenta que, a pesar de seguir escrupulosamente un calendario de aclimatación, el MAM puede presentarse en cualquier momento.

También es muy importante mantenerse perfectamente hidratado beber 4 litros de agua diarios (como prevención) y una dieta variada rica en hidratos de carbono.

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