Krampus es la versión demoníaca de Papá Noel que azota a los niños malos con varas de abedul. Se trata de una bestia procedente de la tradición germánica.

Tiene unos largos cuernos y piel de carnero, el pelo oscuro y unos colmillos afilados, que meten miedo. Su forma le confiere un aspecto mitad cabra, mitad demonio y se refugia en lo más profundo de las montañas alpinas de Austria.

Su nombre proviene del vocablo alemán krampen, cuyo significado es garra, y se considera el hijo de Hel, diosa del inframundo, en la mitología nórdia. Según la leyenda, la bestia inhumana arrastra a los niños y niñas traviesas hasta las profundidades del infierno, donde las devora.

Deambula por las calles austriacas, sobre todo, desde principios de diciembre hasta mediados del mismo mes en búsqueda y captura de víctimas a las cuales infundir miedo. Porta antorchas, se vale de cadenas oxidadas y de otros objetos de tortura para castigar los malos comportamientos.

En esta zona de Europa central se celebra el Krampusnacht o la noche de Krampus; y es la oposición al Nikolaustag o día de San Nicolás, la jornada de Reyes de los niños alemanes, cuando corren a comprobar si su zapato o bota está lleno de regalos o de una vara, si no han sido todo lo buenos que se esperaba.

En los últimos años, esta figura demoníaca, ha recobrado actualidad gracias a la publicación de diversos libros y películas, como Krampus (2015, dirigida por Michael Dougherty) que han ayudado a dar a conocer la leyenda.

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