El Kitsune es una figura importante en la mitología japonesa, pues se cree que el zorro es un ser inteligente con habilidades mágicas que se incrementan con la edad, al igual que sus conocimientos. Este animal constituye un elemento de singular importancia en el folclore japonés.

En Japón, kitsune significa zorro, y representa a un espíritu del bosque con forma de zorro que se encarga de cuidar los bosques y las aldeas. Su origen se remonta al Antiguo Japón, cuando estos animales vivían en armonía con los humanos, derivando un sin fin de leyendas.

El kitsune es metamorfo, o sea, puede convertirse en una joven y bella mujer, en un hombre anciano, o incluso emular la apariencia de algún ser humano específico.

Son un tipo de yōkai, o entidad espiritual, y la palabra kitsune es a veces traducida como «espíritu de zorro». El kitsune está asociado al dios Shinto Inari, dios de la fertilidad, la agricultura, el arroz y los zorros.

En términos generales, hay dos clases comunes de kitsune: por un lado están los zenko o “zorros de Inari”, que son benevolentes y están asociados a dicho dios; son de color blancos y ayudan a ahuyentar el mal como guardianes espirituales. Por otro lado, los yako o “zorros de campo”, que son salvajes, traviesos y hasta a veces malvados.

Las casas abandonadas eran guaridas comunes para los kitsune. Una historia del siglo XII cuenta que un ministro que se mudó a una vieja mansión descubrió una familia de zorros viviendo en ella.

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