El escapismo es la distracción mental de los aspectos desagradables o aburridos de la vida diaria, típicamente a través de actividades que involucran la imaginación o el entretenimiento. Muchas veces las personas usan el escapismo para intentar evitar los sentimientos persistentes de depresión o tristeza general, no siempre de manera consciente. También se le conoce como síndrome de Houdini, en alusión a las facultades del mítico escapista húngaro del siglo XIX.

Existen diferentes maneras de escapar de una realidad que no nos gusta. Algunas personas pueden dedicar horas enteras a intentar desbloquear el siguiente nivel de un videojuego mientras otras se pierden en el agujero negro de las redes sociales. Hay quienes se sumergen en maratones de series y quienes se desvanecen entre las páginas de un libro superfluo o se involucran en actividades que no tienen ningún sentido ni pertinencia cuando tendrían cosas mucho más importantes y perentorias que hacer.

En el mundo actual, la forma de escapismo preferida consiste en la necesidad compulsiva de estar constantemente involucrado en la vida electrónica, buscando información aparentemente importante, jugando o hurgando en las redes sociales. De hecho, varios estudios, entre ellos uno realizado en la Duzce University, han encontrado una conexión entre el tiempo que pasamos en las redes sociales e Internet en sentido general y la tendencia al escapismo.

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